En este blog iremos compartiendo diferentes temas: sociales, económicos, políticos e históricos .Espero sea de su interes .
lunes, 8 de septiembre de 2025
Pila Bautismal de la Parroquia Ntra Sra de la Asunción en Cayey (1920-2020)
Pila Bautismal de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Cayey (1920–2020)
En el corazón del templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en Cayey, dos pilas bautismales —una centenaria, otra contemporánea— dialogan en silencio, unidas por la fe, la memoria y el sacramento. La primera fue adquirida en 1920, bajo el pastoreo del Reverendo Padre Luciano Martínez, como parte de un proceso de embellecimiento litúrgico. Fue comprada a la prestigiosa firma estadounidense Daprato Statuary Co., por un costo de $212, según consta en los registros contables de la parroquia.
La Daprato Statuary Company, fundada en Chicago en 1860 y reconocida por el Vaticano como Pontifical Institute of Christian Art, se especializó en arte sacro de alta calidad. La pila de Cayey, de forma octagonal, tallada en piedra y ornamentada con relieves religiosos y motivos florales, representa no solo belleza estética, sino profundidad teológica. El octágono evoca el “octavo día”, símbolo de resurrección y nuevo nacimiento en Cristo, y cada bautismo celebrado en ella ha sido acto de comunión, bendición y pertenencia.
Curiosamente, esta adquisición se realizó dos años después del gran terremoto de 1918, que sacudió la isla el 11 de octubre con una magnitud de 7.3y causó graves daños en la zona oeste. En medio de la reconstrucción material y espiritual, la parroquia de Cayey eligió sembrar esperanza con una nueva pila bautismal, como signo de vida y renacimiento.
Exactamente cien años después, en el año 2020, la parroquia recibió una nueva pila bautismal, bendecida por el Padre Yamil Velázquez, en un contexto igualmente marcado por el estremecimiento: el terremoto de Guayanilla**, ocurrido el 7 de enero de 2020, con una magnitud de 6.4, considerado uno de los más dañinos en más de un siglo. Así, la nueva pila se convierte en símbolo de continuidad sacramental y resiliencia comunitaria.
La coexistencia de ambas pilas —una como patrimonio histórico, otra como altar de inicio contemporáneo— representa el tránsito entre generaciones, el legado espiritual que no se interrumpe, sino que se transforma y florece. Ambas fueron adquiridas en momentos de sacudida, pero también de siembra. Son testigos de que, aun cuando la tierra tiembla, la fe permanece firme.
Fuente:Archivo Arquidiocesano de San Juan. Archivo Histórico Parroquial Cayey 1801–1920.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)